QUE MAS NECESITAMOS SABER: Un gel ligero e invisible que ayuda a redefinir el aspecto de sus contornos faciales naturales. Aplicado con el innovador aplicador de rodillos de masaje, la piel se siente al instante más tensa. Con el uso continuado, las ceramidas y una mezcla de activadores redensificadores apoyan el colágeno y la elastina natural de la piel para una apariencia más firme, tonificada y más juvenil.

COMO USARLO: Encienda el aplicador de gel y presione suavemente para liberar el producto en el dorso de su mano. Regrese a OFF. Aplique el gel en el cuello, la mandíbula y el área de las mejillas con los dedos. Deslice el rodillo de masaje en la parte superior del cuello hacia la mandíbula en un movimiento hacia adelante. Repite 2 veces más. Deslice el rodillo de masaje desde la barbilla hasta el lóbulo de la oreja en movimiento hacia afuera. Repite 2 veces más. Deslice el rodillo desde el pliegue nasolabial (línea de sonrisa) hasta la oreja en movimiento hacia arriba. Repite 2 veces más.

INGREDIENTES:1, Ceramida 3, Ceramida 6 II, CERATONIA SILIQUA (ALGARROBA) extracto de semilla, colesterol, Chondrus crispus EXTRACT, ÁCIDO CÍTRICO, extracto de Commiphora RESINA, etilhexilglicerina, GLICERILO linoleato, hibisco Abelmoschus EXTRACT, HYDROLYZED SODIO hIALURONATO, hidroxiacetofenona, mentol, lactato de mentilo , PARFUM / FRAGANCIA, pentileno glicol, PHYTOSPHINGOSINE, PPG-2 isoceteth-20 ACETATE, propanodiol, SODIO hIALURONATO, SODIO lauroil LACTILATO, palmitato de sacarosa, tocoferol, acetato de tocoferol, goma xantana, butilfenil metilpropional, geraniol, limoneno, linalol, clorfenesina, fenoxietanol , SORBATO DE POTASIO, BENZOATO DE SODIO, DESHIDROACETATO DE SODIO.

ACERCA DE LA MARCA: Elizabeth Arden es una de esas firmas legendarias que desprenden algo más que cosmética y perfumes cuando es nombrada. Puede que sea por la idea de sus salones de belleza, con esas puertas rojas que todas queremos atravesar, o porque la mujer que representa desprende elegancia.

Florence Nightingale Graham, el nombre de Miss Arden, llegó desde Canadá a Nueva York en 1908. Tras un par de años aprendiendo el trabajo en un centro de belleza, adoptó el nombre comercial que conocemos hoy en día inspirándose en el título de un poema de Tennyson, Enoch Arden.